Tu cielo...

Hoy decidí robarte tu estilo en el que redactas. El mío es inocuo esta vez.

Creo que el día de hoy soy un angel caído. ¿De dónde? de tu gracia...
Con mi mirada al suelo y mis alas rotas me quede ahí, pensando, inherte y sin posibilidades. La verdad es que me declaro bastante afortunada de poder haber estado en presencia de tanta perfección divinamente imperfecta. Quizás no tengo madera de ángel, siempre he sido una vampiresa rodeada de luz, eso de los seres celestiales nunca se me dio.

El Eden no es como lo pintan, lo se porque yo estuve ahí. Es un lugar paradisiaco, un lugar hipnotizante del que nunca quieres salir, un lugar con tanto que ofrecer; sin embargo me topé con hiedra venenosa, montañas inalcanzables y criaturas monstruosas, entre otras cosas. Pero fuera de eso es vilmente un Resort para vacacionar en vida.

No es el paraíso, mejor dicho, es un lugar mágico. Yo vi la magia y no tuve lo suficiente para poder quedarme ahi. mis alas no eran lo suficientemente grandes para subir por las montañas y mi fuerza no era tan grande como para poder derrotar los monstruos de aquel lugar. Quizás vi mi lucha perdida antes de tiempo.
Lo recuerdo bién volar en su cielo era una experiencia que no cambiaría por nada. Nadar en sus aguas resultaba de lo mas refrescante y revitalizante, y ni hablar de los frutos que aquellas tierras paradisiacas me proveían.

y heme aqui ahora. derrotada, con las alas rotas, contemplando la fina línea de pasto paradisiáco que separa tu oasis, de esta tierra desértica y estéril a la que me enfrento ahora.

Se que mis alas estan rotas y no es lo único roto en mí. No supe volar en tu cielo, a pesar de que lo intenté. No creo posible olvidar aquellos atardeceres llenos de color, o el brillo de las estrellas mientras levantabao vuelo bajo ese manto nocturno, seguido de su respectivo y espectacular amanecer. Así como tampoco los día nublados,las tormentas y chubascos con un toque de electricidad en el horizonte. Quizás no era mi momento de emprender vuelo, no lo sé. Pero uno nunca sabe, el destino siempre actúa de maneras misteriosas y torcidas. Lamento no haber podido mantener el vuelo, de verdad lo siento, no estoy preparada para este tipo de corrientes de aire.

Gracias Eden, Gracias Cielo, quizás vuelva a esta tierra algún día...